Luce una sonrisa infinita, conserva un físico arrebatador a sus 44 años, y si su exterior pudiese dejar a alguien indiferente, enseguida quedaría prendado por su particular carisma.
Judit Mascó pasea sus 44 primaveras con una elegancia que evoca a las diosas del Olimpo.
Sin embargo, no sólo la genética es responsable de sus curvas. La supermodelo debe gran parte de su éxito al convencimiento de que para presumir hay que sufrir. Para saber más, nos hemos encontrado con Judit Mascó en Madrid, donde la modelo nos ha obsequiado con la confesión de algunos de sus secretos de belleza.
Amar Clinic: ¿Qué hay que hacer para estar así de bien? ¿Cuál es el secreto?
Judit Mascó: Bueno, para mí: prevención y constancia, no hay milagros. Hay que cuidarse en todo. La alimentación tiene que ser equilibrada y variada, sobre todo, tomando los alimentos más sanos, lógicamente, pero que sea variada es también algo importante. Para la cara, hidratarse bien es fundamental y, por supuesto, hacer deporte tampoco puede faltar.
En fin, como ves son cosas normales pero que no todo el mundo hace.
Amar Clinic: ¿Qué deportes practica?
Judit Mascó: Hago mucho yoga y pilates, aunque, en general, me gustan varios deportes.
Amar Clinic: ¿Qué opina de la cirugía estética?
Judit Mascó: Yo no estoy en contra de la cirugía estética pero, sinceramente, tampoco estoy a favor porque creo que ir a contratiempo, querer aparentar lo que uno no es, para mí no es sano mentalmente.
Sí que es verdad que las personas que vivimos de nuestra imagen y que tenemos que cuidarnos puede ser que en un momento dado haya algo que, si es bueno para tu trabajo o para tu autoestima, pues por supuesto que no estaría en contra, pero en principio, pienso que es bonito envejecer, es parte de la vida.
Amar Clinic: ¿Tiene la misma opinión sobre la medicina estética?
Judit Mascó: Si me preguntas por mi caso particular, nunca he recibido ningún tratamiento estético.
Amar Clinic: No será porque le dan miedo las agujas…
Judit Mascó: No, no me dan miedo (sonríe), pero pienso que no hay que ir a contratiempo, envejecer es bonito.